Pues nada, de todos modos estoy listo para embarcarme en este periplo de palabras. Aquí tienes algunos consejos prácticos para comenzar tu viaje creativo y acompañarme en el mío que, aunque con algunos retrasos, el vehículo sigue en marcha:

Encontremos nuestra voz, “esa cosa que brilla” y que es única

En medio del gran océano inconmensurable de palabras que podemos fusionar en el idioma español (no hablo de otros porque no sé con claridad si, en todos, se puede hablar de formas tan rimbombantes como en el nuestro), lo que nos hará destacar es nuestra propia voz auténtica y genuina. 

Descubrir nuestro estilo y manera de contar historias, explorar diferentes géneros y formatos hasta que logremos ese anhelado hallazgo que nos haga vibrar y que conecte con de forma genuina y nada forzada con nuestra audiencia.

Escuchemos a nuestros personajes

Cuando escribimos, nuestros personajes toman vida propia y empiezan a hablarnos. Entonces, la misión es escucharles con atención, dejar que nos cuenten sus deseos, miedos y sueños. Hay que permitirles guiar la trama y sorprendernos con las decisiones que tomarán. Esto implica un proceso inmersivo a consciencia, que lleva su tiempo pero que al lograrlo genera grandes satisfacciones.

La magia de la edición

Escribir no es solo plasmar con algo de mínima coherencia esa tormenta de ideas que tenemos, sino también un arduo proceso de revisión y edición. No tengamos miedo a los cambios para mejorar nuestros textos, es parte fundamental del viaje. 

Recuerdo que una editora cercana me dijo alguna vez que “romper papel es un gesto saludable con las buenas letras, porque las mide y corrige y si eso ocurre es porque les tenemos afecto”. Pulir nuestras palabras nos llevará a un resultado más brillante y cautivador.

La vida misma, nuestra fuente de inspiración

Precisamente cada escena que vivimos a diario se convierte en una fuente inagotable de inspiración. Observemos, escuchemos, vivamos experiencias y reflexionemos sobre ellas. Las vivencias más sencillas pueden ser la semilla de historias maravillosas.

Valoremos la perseverancia

Escribir puede ser un camino lleno de desafíos, pero el desánimo no puede ser la primera opción, es más, si aparece, alguien me dijo que lo usara y lo convirtiera en mi mejor amigo para salir de ese estado, ¡escribiendo!

Es un deber valorar la perseverancia y la dedicación que tengamos a este proceso; en cada palabra escrita y cada página borrada, cada paso que damos, por pequeño que sea, nos acerca cada vez más a la meta.

Este viaje de escritura será una experiencia enriquecedora al ritmo de cada autor o autora que se dispone a llenarse de sorpresas y descubrimientos. 

Permítete explorar y experimentar, disfrutar del proceso y celebrar cada logro. Al final del camino, te sorprenderás de la evolución que habrás alcanzado. #Vamosquevamos ¡A por todas!

¡Anímate a compartir tus creaciones con el mundo! Comparte tus textos en redes sociales, crea un blog (como este que estoy iniciando y ya llevo 3 post) para mostrar tu talento literario o participa en concursos y actividades literarias. Recuerda que cada palabra que compartes puede tocar corazones y transmitir emociones de esas personas cuyos caminos de vida harán que, en este hermoso viaje, se crucen con la precisión de tu mensaje.

¿Te ha gustado este post?, no dudes en compartirlo con otros escritores y personas que también estén en busca de su propio viaje por la interminable ruta de las palabras.

¡Nos leemos pronto!

Next Stop: Y qué pasa si no soy el mejor lector…